Ha terminado el Interclubs 2013.
Hemos tenido un buen desarrollo del torneo, mucha participación, implicación y muy buen ambiente. No obstante el Drac A ha descendido, siempre es una lástima perder y más cuando han habido muchos encuentros que han finalizado con 3,5 puntos. Parece que la suerte, si es que existe en el ajedrez, no nos ha acompañado.
CRÓNICA DEL LA ÚLTIMA RONDA EN LA NUCIA
EL VIAJE
Partimos de nuestro centro estrátegico (Club) un poco más tarde de lo previsto, casi a las 15:00 h, pero llegamos sin problemas a la hora prevista, aún cuando el Polideportivo en cuestión no estaba demasiado bien señalizado.
Nos desplazamos los ocho con dos coches en un viaje de unos 140 kilómetros que si bien da al principio pereza por la cantidad de horas que consumes en el propio desplazamiento más en jugar las partidas, pues la verdad es que favorece de manera notable el buen rollo entre los componentes del equipo y afianza la sensación de ser un equipo. Uno no puede evitar pensar que muchos viajes de este tipo cohesionan a un club por el tiempo que tienen que permanecer juntos sus componentes y porque normalmente entre todos logramos un buen ambiente.
Además Lola y Gor también se desplazaron por su cuenta a La Nucia para animarnos y ver el ambiente. Lo que no sé es cuando se fueron, ya que estábamos inmersos en las partidas. Ya comentarán algo si quieren.
Agradecer la pericia en la conducción de José Vicente León porque me tenía un poco preocupado mi problema del mareo, pero tal y como él conduce yo creo que no hubiese necesitado ni las biodraminas que me tomé.
Los rascacielos de Benidorm fueron el preludio de la inminente entrada en La Nucia, un sitio que nos dio una sensación extraña, sin ningún signo de encontrarnos en un pueblo sino más bien en una inmensa urbanización de gente con pasta. Un sitio en definitiva ideal para construir un desmesurado complejo deportivo como el de Camilo Cano.
EL RECINTO DE JUEGO Y CONOCIDOS, CONOCIDOS Y MÁS CONOCIDOS:
Entramos en las instalaciones y enseguida empezamos a saludar a conocidos, no acababas de dejar a uno y te encontrabas con otro y saludabas y saludabas hasta que tenías la impresión de que aquello hubiese funcionado mejor como una inmensa fiesta con bebida y música que como escenario de un enfrentamiento ajedrecístico.
Un sitio grande teniendo en cuenta a demás de que el pabellón en el que jugábamos solo era una parte del complejo deportivo (había por ejemplo tres campos de fútbol con hierba artificial) y me imagino que habría muchas pistas de tenis, squash, padel, etc. etc. etc.
José Vicente nos comentaba que esperaba que nos dieran algo, un recuerdo conmemorativo o similar, pero no hubo nada. Personalmente lo encontré un poco desangelado todo, incluida una rápida presentación, algunos aplausos, cámaras enfocando principalmente al Presidente de la Federación y poco más.
Algunas fotos (ver en mensajes anteriores), y enseguida nos pusimos a la faena, empezar el enfrentamiento a muerte con el Dama Roja.
